En artículos anteriores vimos cómo una empresa perdió el 95% de su tráfico por una migración web que descuidó el SEO.
Para que nunca te pase algo así, vamos a explicarte cómo debe hacerse una migración web desde el punto de vista SEO. Que no te dé miedo cambiar de servidor, de dominio o de estructura.
Siempre que lo hagas como debe hacerse.
Eso sí, si tu negocio, tu página web, son importantes para ti, para tu facturación, asegúrate de contar con los expertos necesarios para que algo tan delicado como una migración tenga garantías de éxito.
Migración web vs migración SEO
La migración de una página web consiste en trasladar el contenido de una página web de un lugar a otro. Donde ese lugar puede ser un dominio nuevo, un servidor, una plantilla o incluso una nueva estructura.
Un ejemplo de migración sería:
- Coger el blog de la web A (https://weba.com/blog/)
- Y moverlo a un subdominio (https://blog.weba.com/
Parece fácil, ¿verdad?
Sin embargo, pregúntate: ¿qué encontrará alguien que navegue a un artículo que tuviera guardado en favoritos?
Si el usuario entra (o busca) el artículo https://weba.com/blog/articulo/, ¿qué va a encontrar?
Un error 404 por contenido inexistente.
Porque ahora ese artículo está situado en https://blog.weba.com/articulo/
Y lo mismo se encontrará Google, que es el que decide quién te ve y cuándo te encuentran.
Migrar el contenido no es hacerlo accesible, solo es moverlo de sitio. Sería como coger tu casa, quitarla de donde está y llevártela a otro país.
Una migración SEO es la que se encarga de que, cambies lo que cambies en tu web, los usuarios, Google y tu posicionamiento orgánico no sufran por ese cambio.
O, mejor dicho, que estén informados y modifiquen lo que saben de ti con la nueva información.
¿Qué es una migración SEO?
Visto el ejemplo anterior, se entiende que una migración SEO consiste en realizar las labores necesarias para que un cambio físico en la web sea transparente a los usuarios y a los buscadores.
Dicho de otra forma, consiste en transferir todas las señales de indexación, autoridad, ranking y estructura de la web original a la web de destino.
¿Para qué?
Para garantizar que tu posicionamiento orgánico, tu posicionamiento en Google, no se vea afectado por la migración que estés realizando.
El ejemplo anterior era sencillo para ilustrar el problema, pero cada cliente, cada empresa, tiene unas necesidades especiales y se pueden realizar cambios tan complejos como sea necesario.
Y algunos de los más sencillos pueden acarrear problemas de visibilidad increíbles.
Sigue leyendo, que te contamos el caso de otro cliente que hizo algo «fácil» y terminó así:
Entonces, ¿qué hay que tener en cuenta en una migración SEO?
Estas son algunas de las buenas prácticas que pueden salvar una migración web del desastre.
No son todas, porque el SEO abarca multitud de factores en multitud de herramientas diferentes y cada caso particular tiene unas condiciones u otras, pero son suficientes para que tu migración no se convierta en un desierto de visitas.
Hacer caso de estos consejos te asegurará lo mínimo para que tu web mantenga su posicionamiento.
Cuanto más compleja sea esa web, más probabilidades tendrás de necesitar la ayuda de un profesional.
6 consejos para una migración SEO sin pérdidas
Estudia bien el sexto, porque te evitarás muchos, muchos problemas.
1. Asegúrate de migrar metadescripciones y títulos SEO
Si damos por hecho que la migración per se está bien hecha, el siguiente paso es asegurarnos de que con la migración del contenido, también se mueven los datos SEO más relevantes.
Que son básicamente dos: la metadescripción y el título SEO de cada página, post, producto o URL de tu web.
Parece trivial, pero la imagen que has visto antes tiene mucho que ver con este punto.
2. Asegúrate de que el contenido de destino es indexable y rastreable
Si trabajas en WordPress y utilizas algún plugin de SEO, sabrás que hay un apartado en el que puedes responder a esta pregunta:
¿Permitir a los motores de búsqueda mostrar esta Entrada en los resultados?
Confirma que la respuesta es la que debe ser en cada URL. Hay muchas formas de hacerlo, pero nosotros utilizamos Screaming Frog para cosas como esta.
Además de comprobar que el archivo robots.txt de la nueva web es el correcto.
4. Sitemaps en su sitio
Cuando migramos, cambiamos la estructura, ampliamos la web o hacemos este tipo de cosas, los sitemaps suelen ser los grandes olvidados.
Si los generas con algún plugin o herramienta automatizada, asegúrate de que se han regenerado y se han adaptado a los nuevos.
Si los tienes actualizados manualmente, no te olvides de cambiar todo lo que hayas cambiado.
Te sorprendería la cantidad de empresas que hacen una modificación o una migración y un año más tarde se encuentran con un sitemap generando tráfico a URLs que ya no existen.
5. Redirige el contenido que cambie de ubicación
¿Te acuerdas que te hemos dicho que una migración es como coger tu casa y cambiarla de país?
¿Qué es lo que harías en ese caso?
Enviarías un aviso a todos tus contactos diciéndoles que tu casa ya no está en la dirección A, sino que está en la dirección B.
Además, podrías dejar una nota en la dirección original informando a cualquiera que te busque de que tu dirección ha cambiado y es otra.
Pues bien, en una migración SEO se hace exactamente eso.
Se analizan todas las URLs de la web original y se conectan con las de la web de destino. Después se informa, mediante una redirección, a Google y a cualquiera que acceda a esas direcciones, de que la nueva es diferente.
6. Construye en un dominio de pruebas y migra solo cuando esté terminado
Otro problema que nos hemos encontrado en algunos clientes, es que deciden ejecutar una reestructuración de su web en vivo.
Cambiar la estructura de categorías, los nombres de las URLs…, e ir solucionando lo que surja sobre la marcha.
Esto siempre es mala idea, pero en webs grandes es un error mortal.
La gráfica que veías al principio del artículo es fruto de hacer algo como esto:
- Movemos el contenido
- Monitorizamos los errores
- Solucionamos los errores
Solo consigues que Google y tus usuarios reciban errores, desconfíen de ti y en el peor de los casos desindexen tu contenido.
Prepara todo lo relativo a una migración en un dominio local o de pruebas antes de hacer nada.
En resumen
Si quieres que tu página web mantenga todo lo que has conseguido a lo largo de los meses o años de esfuerzo y trabajo, no dejes la migración en manos de alguien inexperto.
Asegúrate de que son las personas correctas, con los conocimientos correctos y, sobre todo, el máximo cuidado y respeto por tu trabajo, las que se encarguen de que todo termine con los resultados que esperas.